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Biografía de Don “Víctor Bezanilla Salinas”

Víctor Bezanilla Salinas: una empresa como una familia

Víctor Bezanilla Salinas soñaba con ser director de orquesta, pero en 1942, a sus 21 años, la prematura muerte de su padre, lo obligó a trabajar para costear sus estudios de Construcción Civil en la Universidad Católica. Igual transmitió a sus hijos su indescriptible fascinación por la música porque todos ellos se convirtieron en “perilleros” apasionados y en continuadores de su quehacer empresarial en BESALCO S.A., empresa fundada en 1944 junto a dos amigos.
Entre sus principales obras de construcción, se cuentan, la pavimentación de calles y avenidas, aeropuerto El Tepual, ensanche de La Gran Avenida, camino entre Chañaral y Las Bombas, camino Coya – Colón, camino Pozo Almonte a Sagasca , Metro de Santiago, entre otras.

Víctor Bezanilla solía compartir con su esposa lo que ocurría en la oficina, incluyendo los momentos difíciles. Hoy día, su esposa Helena Saavedra lo recuerda como un hombre muy comunicativo, cariñoso, justo y generoso en extremo. Lo define como un paciente oidor de los dilemas y dichas de los demás, lo que le permitió mantener excelentes relaciones con sus hijos y sus trabajadores, varios de los cuales recurrían a él para resolver sus problemas.

Pese a que la mayor parte de los trabajos de la empresa se hicieron muy lejos de Santiago, como en Puerto Montt y Punta Arenas, la familia Bezanilla Saavedra nunca abandonó la ciudad, porque la situación de la empresa permitía tener personal delegado en la zona. Sin embargo, “el papá igual pasaba viajando, recorriendo miles de kilómetros en auto”, recuerda hoy su hijo Víctor Bezanilla Saavedra, actual Presidente de Besalco, quien comenzó a trabajar en ella a los 14 años. Su padre, explica, era partidario de que sus hijos trabajaran en faenas al menos uno de los tres meses de vacaciones estivales, “especialmente cuando me sacaba malas notas”. Después, siendo alumno de Construcción Civil, hizo prácticas de verano en la empresa hasta que se recibió y se dedicó enteramente a ella.

Actualmente, cuatro de los 7 hijos del matrimonio Bezanilla Saavedra están vinculados a la empresa familiar, con importantes responsabilidades. Raúl Bezanilla es gerente de maquinarias; Rodrigo, gerente de servicios y Consejero del Liceo desde 1993; Pablo, el menor de todos, Gerente General de Besalco, está a cargo de la obra Santiago-San Antonio y es jefe de la oficina técnica; Isabel es jefe de ventas de viviendas y Rafael Lira, casado con Adriana Bezanilla, es el abogado jefe de Besalco.

Víctor Bezanilla formó una familia unida y muy apegada a esta gran obra familiar, y aunque era muy trabajador y alegre, también era extremadamente aprensivo. “Hubo oportunidades –recuerda hoy su esposa- en que los problemas parecían no tener solución. Entonces, como Víctor era aprensivo, no dormía pensando en cómo solucionarlos.”

La valoración del personal de la empresa es una de las enseñanzas que Víctor Bezanilla dejó a sus herederos. Así, rodeado del cariño de sus amigos, familiares y trabajadores, Víctor Bezanilla falleció de una afección cardiaca en junio de 1991, en pleno ejercicio de sus funciones. Entre sus deseos póstumos estaba la cancelación vitalicia de una jubilación voluntaria para quince de sus antiguos operarios que no habían sido beneficiados con las leyes sociales que aparecieron mucho después de su ingreso a la empresa.

También fue consejero y Presidente del comité de Obras Públicas de la Cámara Chilena de la Construcción, y, trabajando junto al sacerdote Alfredo Ruiz-Tagle, mantuvo la Presidencia de la Fundación “Mi Casa” durante 20 años, período en el cual se amplió la cobertura de atención de 240 a 2.000 niños. Participó además en el directorio de la Sociedad Protectora de la Infancia, y en forma privada, realizó innumerables obras de beneficencia.