Hernán Valenzuela Leyton nació el 4 de Agosto de 1924 en Santiago de Chile.
Su padre fue el agricultor Aliro Valenzuela Labbé y su madre Blanca Leyton Carvajal. Ellos formaron una familia de 11 hijos de los cuales Hernán fue el octavo.
Vivió su infancia en Colchagua. Inició la etapa escolar en el Internado de Talca. Más tarde la familia se trasladó a San Bernardo y continuó la Educación Secundaria en el Liceo de Hombres de San Bernardo.
El año 1943 ingresó a la Universidad Católica de Valparaíso donde se tituló como Ingeniero Civil Químico. De su época universitaria, él señalaba como lo más importante su encuentro con Cristo, y un compromiso con esa fe absoluta en su Padre Dios a quien le agradecía la vida.
Esta fe lo animó en todo lo que hizo y explica su confianza y alegría vitales.
El año 1950 se casó con Eliana, formando una familia que tuvo 11 hijos. A los 36 años de matrimonio ya tenían 15 nietos.
Se desempeñó como profesional de importantes empresas del sector industrial textil del país y como profesor en la Universidad Católica de Valparaíso y en la Escuela de Ingeniería.
El año 1960 y con sólo 35 años de edad, ingresó al Servicio de Cooperación Técnica de la CORFO. En el Departamento de Formación Profesional dio inicio a una brillante trayectoria en el campo del desarrollo de los Recursos Humanos. En esta causa se comprometió con una pasión y entrega que le merecieron el respeto y aprecio de quienes trabajaron con él.
Fue becado por la OIT en Francia, Italia, Suiza y España para conocer sus organismos de formación profesional.
Desde su cargo en SERCOTEC participó en la gestación de múltiples programas y Centros de Capacitación, colaborando en la creación del Departamento de Asistencia Técnica Internacional (DATI); antecedente histórico de CONYCIT y elaborando los estatutos del Instituto Nacional de Capacitación Profesional, creado el 21 de Octubre de 1966.
INACAP lo reconoce como uno de sus más destacados profesionales. A este instituto se entregó con singular empuje, viéndolo extenderse con Sedes por todo Chile.
Era un convencido de que trabajando con seriedad en la superación de nosotros mismos y en el desarrollo de los talentos se logra una vida plena. Por esto, vio la necesidad de facilitar a cada trabajador los medios reales para su crecimiento personal y profesional.
Esto lo llevó a constituirse en el impulsor y gestor de la Ley de Capacitación y Empleo en Chile, referente jurídico del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE). De este modo colaboró a mejorar la condición social, laboral, humana y económica de miles de chilenos.
Con posterioridad a esta labor, reconocida especialmente por los trabajadores y empresas, su pujante batallar en el campo de la formación profesional se extendió a Venezuela, país que conoció y recogió los frutos de su experiencia profesional.
De regreso en Chile su constante dedicación y conocimientos fueron requeridos para poner en marcha establecimientos educacionales del sector técnico profesional, traspasados al área privada, desempeñándose como gerente fundador de la Corporación Educacional de la Construcción.
Estaba en esta labor cuando inesperadamente, el 29 de octubre de 1986, con 62 años de vida, sufrió un accidente vascular por cuya causa falleció.
Hernán dejó profundas huellas en los que lo conocieron. Más que por lo que hizo, que no fue poco, lo que atraía en él era su actitud, es decir como hacia las cosas. Su calidad humana se manifestaba en todas las actividades que realizaba. La bondad constituía un signo esencial de su presencia.