Nació el 17 de octubre de 1894, su padre se llamaba don José Florencio y su madre doña Juanita, tuvo 5 hermanos y de su familia aprendió el deseo de buscar siempre el querer de Cristo para ella.
Su muerte fue el 22 de junio de 1973, esta fecha es su Pascua, el encuentro definitivo junto al Señor. Desde su juventud junto a su hermana Herminia y su prima Juanita Fernández, hoy Santa Teresa de los Andes compartían los mismos intereses: el amor a Cristo, al Santísimo Sacramento y al Carmelo. Hacían juntas sus proyectos de vida y hacían catequesis en el campo para preparar a los niños que harían su Primera Comunión.
En tiempos de Elisa Valdés se usaba encender unas pequeñas lámparas rellenas con aceite al lado del sagrario para indicar la presencia de Jesús. Elisa, pasó en sus momentos de oración muchas horas delante del Santísimo. La débil luz de la lamparita de aceite la acompañaba y la hacía pensar que su vida y la de su obra deberían ser como ella, y es con esta su inspiración que crea el Hogar Catequístico, con la finalidad de formar profesores de religión.
Nosotros también hoy estamos invitados a ser como esta lamparita, anunciando a todas las personas la presencia de Jesús. Debemos brillar con nuestras buenas obras, con nuestro amor y respeto por los demás para que así, todos quienes nos vean puedan decir que “Jesús está ahí”.